st. ouen | miteta

Lo prometido es deuda. Tras mi primera visita al Marché aun Puces de St. Ouen, he ido a por mi segundo mercadillo de antigüedades en París: Marché aux Puces de la Porte de Vanves. Éste es mucho más pequeño que el anterior porque sólo ocupa dos avenidas y el ambiente es súper relajado; los vendedores disfrutan de su déjeuner sentados en sillas del siglo pasado, juegan al póker mientras te explican la historia de un telégrafo y posan con una sonrisa para las fotos de los turistas. Es, sin duda, el lugar perfecto para pasar un domingo en París.

No podrás encontrar escritorios de la época de Luis XVI ni cómodas con millones de cajones secretos como en el mercado de St. Ouen pero si buscas puntillas y botones, pastilleros y cajitas de latón, vajillas y copas de cristal… ¡prepárate a madrugar porque Porte de Vanves es tu sitio! Todo es bastante asequible y hay millones de cosas a muy buen precio pero eso sí, las gangas vuelan a primera hora de la mañana…

Si buscas juguetes antiguos, te volverás loca y si quieres puntillas para tus tocados y cositas DIY, mejor vete acompañada de una maleta. En cuanto a los coleccionistas de vinilos y revistas antiguas… ¡este mercado es el paraíso!

También descubrí un puestecillo exclusivo para las cocineras: moldes antiguos, cacerolas, recipientes para pasteles… porque según su vendedora, «la moda de los cupcakes es más vieja que ella», jajaja.

Y a continuación, mi puesto favorito: una chica que vende cosas recién sacadas de una farmacia antigua, todo en perfectas condiciones. Bolsitas de papel, cajitas de latón, pastilleros de porcelana, frasquitos de cristal… y todo colocado con un perfecto gusto francés.